Érase una vez una sirenita muy bella que se llamaba Linda, tenía una super familia y le encantaba nadar.
Un día, la sirenita se fue a nadar y se perdió nadando, pero después de nadar un rato se encontró un gran barco que era de piratas. La sirenita se tuvo que parar y empezó a gritar.
- Eoo!! oiga, ¿hay alguien ahí? ¿me podría ayudar?
Y salió un gran pirata y dijo:
- Hola, ¿hay alguien ahí? soy Juan, el pirata.
Y dijo la sirenita:
- Hola, soy Linda, me he perdido ¿me podrías ayudar por favor?
- Si, por supuesto, sube aquí, navegaremos hasta encontrar tu casa.
- Muchas gracias Juan. ¿Te podría ayudar yo en algo?
- No, no hace falta, yo te ayudaré a tí.
- Pues muchas gracias.
Fueron navegando marea y mareas altas, lluvias y tormentas, hasta que vino un barco pirata de los malos y la sirenita, asustada, se escondió. Pasó el barco pirata y no se dieron cuenta hasta que pasaron y la encontraron y la sirenita gritó, pero no se dieron cuenta porque... ¡Estaban con un tesoro!
Después de un rato encontraron la casa de la sirenita y la familia se alegró mucho.
FIN