Érase una vez un lugar de fantasía, era un pueblo de gente humilde pero el hombre más humilde era el hombre que forjaba las espadas, pero en el otro lugar del pueblo vivía el brujo, que odiaba a Pepe, que era el hombre que forjaba la espadas.
Un día, el mago fue a comprar un huevo para experimentar, para intentar hacer un huevo de dragón. Pepe estaba creando una nueva espada a prueba de todo, cortaba madera, metal, fuego, aire, ladrillo, etc... El mago consiguió un huevo de rana, un diente de león y una escama de pez, el mago lo reunió todo muy rápido y lo que salió se lo echó al huevo y salió un dragón del huevo. El mago lo adiestró, el dragón al mago y el mago al dragón y se querían mucho. Cuando el dragón se hizo mayor, le dijo el mago al dragón: ''ve y moleta a los padres de Pepe, porque me cae muy mal.'' y Pepe quiere muchísimo a sus padres. Pepe terminó su hoja y el dragón fue a molestar a sus padres, todos los hombres y mujeres se asustaron al ver al dragón volando por el pueblo y Pepe se enfrentó contra el dragón. El dragón era muy poderoso y fuerte, pero Pepe tenía la mejor hoja de la historia. Pepe saltó hasta la cabeza del dragón para cortársela, el dragón no se lo esperó y cuando fue a cortarle la cabeza, el mago lanzó un hechizo justo para que no le hiriera. El hechizo era muy poderoso pero el poder del corazón era más fuerte y al final a Pepe no le pasó nada y por eso no mató al dragón, por que todo el mundo merece una segunda oportunidad y como Pepe no quiso matar al dragón, el mago le dio miles de gracias y todo el pueblo se llevo bien desde aquel día.