Érase una vez un pueblo de una ciudad llamada Málaga, en el cual vivía un pequeño
y travieso niño llamado Óscar, con la temprana edad de doce añitos. A Óscar le
fascinaba el fútbol, por lo que desde chico andaba siempre en casa con la pelota
dando pelotazos en el salón, el pasillo, la cocina y, por supuesto, siempre con su
madre detrás diciéndole que parase.
También se llevaba la pelota al colegio, donde la escondía debajo de su mesa y la
protegía poniéndole su pie encima, ansioso porque llegase la hora del recreo para
salir disparado hacia la pista y poder hacer lo que más le gustaba. Óscar, como
podemos ver, pasaba todas las horas que podía con una pelota, era su mejor amiga.
Óscar era un niño muy alegre y activo, aunque nació con una pequeña peculiaridad.
Tenía dificultad para mover o articular una extremidad superior, si bien esto nunca ha
sido un inconveniente para él, ya que podía jugar al fútbol sin ningún problema, que
es lo que más le divertía.
En el colegio tampoco tenía apenas problemas, ya que ha aprendido a escribir con la
mano izquierda. Sus amigos del colegio le ayudaban y estaban muy contentos de
tener a una “estrella” del fútbol en su clase.
Óscar parecía que había nacido con un don para este deporte. A pesar de que lo
practicaba todos los días junto al resto de sus compañeros, él se diferenciaba de ellos.
Cuando cumplió trece años, con la ayuda de todos sus familiares y amigos, Óscar decidió ir a apuntarse a un equipo de fútbol que había en su barrio para poder llegar a ser futbolista profesional, que era su sueño.
Óscar pasó las pruebas y deslumbró en toda y cada una de ellas, fue reconocido por el entrenador y por cada uno de los integrantes del equipo, pero cuando creía que iba a pertenecer al club, el entrenador tuvo que comunicarle una mala noticia: no podía federar a un niño con esa discapacidad, por pequeña que fuera y a pesar de que no le daba ningún problema.
Óscar se llevó una gran desilusión, ya que no entendía por qué no podía pertenecer a un equipo de fútbol si estaba totalmente cualificado, por lo que dejó de darle tanta importancia al fútbol y se centró en estudiar y divertirse con sus amigos y su familia como lo había estado haciendo hasta ahora.
Al año siguiente, un día mientras veía la televisión, vió un partido de fútbol paralímpico, lo que le causó mucha impresión y curiosidad. Se lo planteó a su madre y ella lo apoyó con total plenitud. Él no se veía del todo seguro, pero su sueño era jugar al fútbol profesional, y ahí también podría hacerlo, por lo que decidió ir a un equipo que se encontraba en el pueblo de al lado.
Óscar se sintió muy acogido por todos los compañeros del equipo y cuerpo técnico, por lo que no dudó en inscribirse. Empezó la temporada de forma normal y acabó brillando y siendo máximo goleador.
Al año siguiente, el equipo de Málaga Club de Fútbol quiso contactar con Óscar para que jugase con ellos y así convertirse en una de las estrellas del fútbol malagueño.
Con el paso de los años y la práctica, Óscar fue convocado por la Selección Española
de Fútbol paralímpico, lo que fue un sueño cumplido para él y para su familia, que
estaban muy contentos de verlo a él tan feliz. También se fijó en una chica del equipo
femenino de su pueblo, que se llamaba María, la cual le llamaba bastante la atención
por su competitividad y honestidad hacia el deporte.
Con el tiempo, Óscar y María se hicieron muy buenos amigos, quedaban para ver
partidos, practicar deporte juntos y muchas más cosas fuera del ámbito deportivo,
como ir a cenar o al cine.
Como dice el refrán, el roce hizo el cariño. Entonces Óscar y María decidieron
empezar una relación sentimental, ya que pasaban mucho tiempo juntos y sentían un
afecto mutuo.
Óscar terminó su etapa de bachillerato a los 18 años, con una buena nota en la
selectividad, para poder entrar en la carrera que él siempre había querido, la de
Ciencias del Deporte, aunque si la nota no le hubiera llegado, podría haber entrado
con la plaza de discapacidad.
Óscar empezó sus estudios a la vez que jugaba profesionalmente al fútbol, entrenando
y preparándose para el mundial 2020.